“Ahorrar es reservar algo valioso para utilizarlo en el futuro (…) Todo el mundo ahorra, incluso los más pobres. Lo que ocurre es que los más pobres tienen menos recursos para comenzar y, por ello, pueden ahorrar sólo pequeñas cantidades”.
Así comienza una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO sus siglas en inglés, con la cuál buscan informar sobre el hábito del ahorro y cómo este concepto se aplica en distintas culturas, no importa si se trata de comunidades pequeñas o más estructuradas, es como si el ahorro hiciera parte de nuestro proceso de evolución como especie.
¿Por qué ahorra la gente?
Son varias las razones por las que una persona o comunidad ahorra:
- Para prepararse para emergencias o riesgos futuros, catástrofes naturales, lesiones, muerte.
- Para invertir en oportunidades que sean rentables, puede ser para la compra de animales, comienzo de una pequeña empresa, almacenamiento de alimentos para venderlos después con precios más altos.
- Para amortiguar, es decir, ahorran lo que sobra cuando hay más abundancia para usarlo en momentos difíciles.
- Para la educación de los hijos
- Para la vejez o discapacidad
- Para obligaciones sociales y religiosas, ya sea un matrimonio o un funeral.
Las personas ahorran de muchas maneras, como individuos o en grupo, puede hacerse en especie, en dinero, ya sea en el hogar o en un banco o dando algo a cambio de algo que se pueda recibir después.
El ahorro en el mundo
La visualización zen del Kakeibo
Se trata de un popular sistema japonés que tiene más de 100 años de antigüedad y que consiste en ir escribiendo en un cuaderno cuánto dinero ganamos, cuánto queremos ahorrar y cuánto gastamos, todo esto para poder visualizarlo mejor.
Consiste en un diario de economía doméstica, parecido a los diarios de calorías en los que se escribe lo que uno come y lo que quema.
El objetivo es ver y estar conscientes de que se está gastando demasiado en algunas cosas para que podamos tomar medidas, no es quitar o privarnos, es reducir el exceso.
Según Fumiko Chiba , autor de uno de estos cuadernos de ahorro, el funcionamiento de este método es así: “En Japón, un típico propietario de kakeibo se sentaría el día de cobro con su diario y planificaría cuidadosamente cuánto dinero entrará y en qué lo gastará. Con los ingresos del mes reunidos físicamente frente a él, luego dividiría el dinero en categorías: alquiler, facturas, alimentos, ocio, viajes, ahorros, y asignaría un monto para cada partida”.
Chiba explica que para que este método funcione se necesita perseverancia, pues el Kakeibo necesita que diariamente se revisen los gastos y se tomen decisiones.
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El ahorro comunitario africano
En una nota del diario El Mundo Financiero , se expone que en varios lugares del mundo el ahorro comunitario es la forma más popular de ahorrar.
En Sudáfrica hay varias asociaciones conocidas como Stokvels , con las cuales se busca microfinanciar a cada miembro. Se trata de grupos de aproximadamente 12 personas que portan ciertas cantidades de dinero a un fondo central de manera semanal, quincenal o mensual, este fondo a su vez funciona como cooperativa de ahorro y crédito.
Estas comunidades de ahorro también se dan de alguna manera en América Latina, donde serían las llamadas Tandas en México, Cundinas en Perú, Juntas y Pandeiros en Brasil.
Estos tipos de ahorro colectivo tienen más de 200 nombres en todo el mundo, Chamas en Rwanda, Susu en África Occidental, Paluwagan en Filipinas, Hui en China u Osusu en el Caribe.
Los Tontines, el método que reduce la pobreza
Es una idea revolucionaria que tiene cientos de años de antigüedad y que busca que las personas que habitan lugares vulnerables, que están en la pobreza, por ende por fuera del sistema financiero tradicional, puedan tener acceso a cantidades considerables de capital.
Los Tontines o Ajo en Nigeria funcionan como una comunidad de ahorro como los que ya mencionamos, en la que miembros de un colectivo aportan una cantidad periódicamente, al final una persona es beneficiada con sus aportes y los de sus compañeros y con esa cantidad podrá montar un negocio o afrontar una boda.
Un caso de ejemplo es de las Tontines en Kololi, Gambia. Una vez por semana se reúnen 200 mujeres. Cada una aporta 25 Dalasis (50 céntimos de euro) y la secretaria registra todo en un libro de cuentas. “La cantidad recaudada se dará a la ganadora de la ‘Tontine’, que será elegida por sorteo ese mismo día entre las que lo hayan pedido. La igualdad se mantiene haciendo que la ganadora no pueda volver a entrar en el sorteo hasta que les haya tocado a todas”, informa el diario digital La Información.
La diferencia entre este tipo de ahorro comunitario y los demás, es que este ya dio el salto al mundo digital, pues la startup MaTontine ha creado un sistema donde la tecnología se encuentra con la tradición, allanando el camino para soluciones financieras formales.
Akporiaye, uno de sus creadores, dijo en entrevista para CNN que lo que han hecho es automatizar el proceso para ofrecer varios servicios financieros, ya sea pequeños créditos o productos seguros.
Unos meses después de su lanzamiento, la app ya cuenta con 1.000 usuarios.
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El oro sigue siendo el rey
En Tailandia y Filipinas los objetos decorativos como jarrones y joyas tienen el mayor valor para el ahorro que cualquier otro bien material. Es donde irá a parar gran parte del capital de cualquier persona.
En India el oro sigue siendo el rey. Es considerado una inversión segura y las familias intercambian oro cuando hay bodas, pues se considera que su precio siempre aumenta.
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Europa y sus costumbres ahorradoras
Los alemanes siguen prefiriendo su libretita de ahorro parecida a los japoneses e invierten en comprar casa propia. Así lo da a conocer el Barómetro Patrimonial 2012”, elaborado por la Asociación Alemana de Cajas de Ahorro (Deutsche Sparkassen- und Giroverband, DSGV).
Si algo caracteriza a los alemanes es su orden y afán por buscar seguridad. No se dejan convencer por los bonos, ni por ningún sistema de inversión que implique adrenalina o mucho riesgo.
Así mismo, cerca del 80 % de los alemanes ahorra mensualmente un monto fijo. Un 67 % ahorra para su vejez y encuentran tranquilidad en la compra de una vivienda propia.
En promedio, los alemanes ahorran el 10 % de sus ingresos. Los franceses tienen un nivel mayor de ahorro, del 12,1 % , y también belgas y eslovenos ahorran más de un 10% , en Dinamarca, Letonia, Lituania y Grecia, las familias se endeudan para cubrir sus gastos de consumo.