Si piensas invertir o si ya cuentas con una propiedad con la que quieres empezar a ganar y, además, te gustaría pertenecer a una comunidad, la economía colaborativa es lo tuyo, pues no se trata de otra moda, es una tendencia que llegó para quedarse y va en aumento, por cierto, México es el segundo país líder en América Latina en iniciativas de este tipo.
Estamos seguros de que has escuchado hablar de los negocios que se basan en la economía digital, como Uber, Airbnb o las famosas fondeadoras o plataformas basadas en el modelo crowdfunding, pero te avisamos, no son las únicas, y si adquieres un inmueble, puedes aprender mucho de este tipo de actividades para convertirlo en un tesoro muy rentable.
Te recomendamos: Crowdfunding inmobiliario para inversionistas principiantes
¿Qué es la economía colaborativa?
Según un estudio realizado por Deloitte Insights, la economía colaborativa o compartida consiste en una actividad o un conjunto de actividades en los que un grupo de consumidores brindan un servicio unos a otros, de manera directa, sin la necesidad de tener que acudir a empresas y en las que pagan por consumir o usar bienes, en lugar de poseerlos.
Se trata de un modelo de negocio que aprovecha la conveniencia y que da sentido de comunidad; su objetivo es que individuos adquieran una cantidad monetaria de un bien que tienen en desuso, y a través de una plataforma tecnológica, puedan compartir con otros y tener un beneficio.
Si eres de los que todavía no le da mucha importancia a este tipo de actividades, lamentamos decirte que te estás yendo por el camino que no es, pues estos negocios se basan en el uso de aplicaciones móviles y plataformas on line, lo que es una gran oportunidad, ya que México cuenta con una de las tasas de penetración de smartphones más altas del mundo.
Si creías que no es un fenómeno relevante ¡Te lo estás perdiendo!
Quizá te pueda interesar: Para invertir en bienes raíces no tienes que ser millonario
De acuerdo con la Nacional Financiera , hay un montón de personas en nuestro país que están compartiendo oficinas, equipos de trabajo, herramientas, automóviles, bicicletas o espacios de estacionamiento. Hay una cantidad significativa de usuarios de plataformas que están alojando a extraños en sus casas, que hacen préstamos o que financian proyectos de emprendimiento de desconocidos.
Incluso, en varias ciudades, los municipios están compartiendo terrenos baldíos para la producción agrícola, están rentando edificios inutilizados para las llamadas tiendas temporales (pop up shops) y alrededor de cinco millones de personas en el mundo comparten su sofá con viajeros que pululan por el mundo como exploradores (couchsurfing), al punto de que ya hay algunas ciudades, como Seúl, en Corea del Sur, que han hecho esfuerzos para denominarse ciudades colaborativas.
“Se encontró que, a nivel nacional, el 15% de la población de los niveles socioeconómicos A, B, C+ y C es entusiasta del fondeo colectivo. En el caso del intercambio entre pares de bienes subutilizados en el ámbito de movilidad, alojamiento y servicios, el 25.8% de la población indica ser entusiasta de utilizar este tipo de plataformas y el 23.6% indica tener un entusiasmo moderado. Es claro que no estamos ante una moda pasajera sino, más bien, ante un cambio real en los patrones de consumo en la clase media mexicana.”
Dice una publicación de la institución de banca.
Beneficios en la industria inmobiliaria
Hoy, gracias a la tecnología y a las plataformas digitales, los usuarios pueden comprar, vender o rentar viviendas sin tantas trabas como se hace de manera tradicional. Pueden alquilar inmuebles para periodos cortos o vacaciones, pueden compartir lugares de trabajo y oficinas, pedir financiamiento para la construcción y pueden invertir en organizaciones que funcionan bajo el esquema de crowdfounding inmobiliario como nosotros, 100 Ladrillos.
También te puede interesar este artículo: La tecnología sacude al mercado inmobiliario y lo reinventa
Otro ejemplo de que la economía colaborativa impulsa al sector inmobiliario son las residencias universitarias, pues la mayoría de los clientes son jóvenes que llegan de otras ciudades que necesitan instalarse en un lugar que tenga todos los servicios incluidos, agua, luz, internet, lavado de ropa, incluso en algunas hasta el servicio de comida, esto además del mobiliario. Un lugar en el que los estudiantes no tengan que preocuparse sino únicamente de sus calificaciones.
Las plazas de comidas o las pequeñas plazas comerciales también son excelentes inversiones, los propietarios y arrendatarios de los locales comparten los mismos gastos de administración, aseo, seguridad, además entre todos los locales brindan una oferta gastronómica variada que un restaurante solo no puede tener.
De igual manera, las pequeñas boutiques de diseñador o de accesorios independientes, alquilar estaciones de belleza para peluquerías, rentar pequeñas bodegas o estaciones de call center totalmente equipadas, son excelentes proyectos para sacarle jugo a tus inversiones.
En resumen, este modelo de negocio es muy positivo para el sector de los bienes raíces por estas razones:
. Empiezas con una cantidad pequeña.
Invertir en propiedades que se encuentran bajo el modelo de economía colaborativa permite que tu dinero produzca sin tener que poner una gran cantidad de capital, podrás recibir buenos dividendos al decidirte por proyectos ubicados en zonas de plusvalía alta.
. Practicidad.
Al usar este tipo de plataformas puedes calcular el tipo de crédito que necesitas, encontrar las mejores opciones de financiación, checar el estado de tu solicitud, y todo esto sin tener que ir a tu banco, desde la comodidad de tu hogar.
. Anticipación y disminución de riesgos.
Gracias a la tecnología, un arrendador puede conocer e investigar quién va vivir en su inmueble, así como el inquilino puede saber todos los detalles del sitio que va a rentar.
Y tú ¿Te animas a apostarle a este tipo de negocios digitales? ¡Cuéntanos qué te parece!