Estamos cada vez más cerca de lo que considerábamos era el futuro. Vehículos eléctricos, geolocalización, medidas de reconocimiento facial y lo que veíamos en las películas apocalípticas, personas con cubrebocas para huir de la contaminación o de agentes biológicos destructivos, ya están aquí invadiendo nuestra realidad, así que ¿tecnología y bienes raíces? ¿cómo se pueden integrar?
La llegada del COVID-19 a México nos ha cambiado la vida. Tenemos nuevas maneras de trabajar, el home office se impone con fuerza y al fin las conservadoras empresas mexicanas comprenden que sí es posible tener colaboradores que den resultados, que son productivos, que trabajan por objetivos y que no tienen que estar más de 8 horas sentados en una oficina esperando su hora de salida.
El aislamiento para mitigar los contagios ha hecho que el comportamiento de los consumidores sea cada vez más digital, pagos de servicios públicos y trámites, son más flexibles gracias al uso del internet; es una crisis que ha llegado a impactar todos los sectores de la economía y el inmobiliario no es la excepción.
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Sector de los bienes raíces, golpeado, fuerte y de pie
Esta crisis sanitaria tiene sacudido al mercado inmobiliario global. La incertidumbre sobre el comportamiento del virus y no saber cuándo se podrán retomar las actividades cotidianas, ha desencadenado que se retrasen los planes de compra y venta de inmuebles.
Según una nota del diario El Financiero hay varios factores que han golpeado al mercado de los bienes raíces, como el hecho de que los propietarios no permitan la entrada de posibles compradores o arrendatarios, los planes de mudanza se han cancelado o postergado, la compra y renta de oficinas se está viendo afectada por el trabajo remoto, situaciones que inevitablemente ocasionan que la oferta disminuya de manera drástica.
En la nota del medio de comunicación antes mencionado, Jorge Paredes, director general de Realty World, indicó que este año se espera que la situación para el mercado inmobiliario sea complicada, ya que el impacto del coronavirus le ha dado un golpe fulminante a la toma de decisiones de compradores e inversionistas.
“Todo esto cambió a partir del tema de coronavirus porque está golpeando a diferentes mercados, y no es ajena la actividad inmobiliaria (…) hemos modificado nuestra perspectiva y creemos que va a seguir a la baja en virtud de este descalabro que está teniendo el mundo por la situación”, aseguró.
Por su parte el director de comunicación y mercadotecnia de Lamudi, Daniel Narváez, explicó que no hay que caer en especulaciones porque el sector inmobiliario es uno de los más fuertes.
“Si bien hay que reorganizar las estrategias de comercialización, es muy pronto para saber cuál será el alcance de su crecimiento”, manifestó.
Pero Roberto Esses, director general de Vivanuncios, el portal inmobiliario de eBay, expresó que sí se está generando un impacto importante en la compra y en la renta de vivienda en todo el país, debido a que los mexicanos no quieren hacer compromisos a largo plazo por la incertidumbre ocasionada por la pandemia.
Expuso que el 2020 arrancó como un año muy prometedor para la búsqueda de inmuebles por internet, enero y febrero registraron mejores cifras que el año anterior, pero ya en marzo, con la llegada del COVID-19, estamos ante una desaceleración drástica.
Entonces ¿Cómo podemos contrarrestar estos golpes bajos que nos está ocasionando la crisis sanitaria? El trabajo en los inmuebles ya no volverá a ser el mismo, integrar tecnología y bienes raíces es la respuesta.
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Tecnología y bienes raíces, nuevos modelos de negocio
Aunque ya llevaba un camino recorrido, todavía le faltaba trecho al sector de los bienes raíces para adaptarse a las tendencias y a las nuevas generaciones de consumidores, pero con la llegada del coronavirus a México, se tienen que acelerar los tiempos, implementar herramientas tecnológicas y ser cada vez más digitales es imperativo.
Algunas de las herramientas que pueden agilizar procesos son la realidad virtual, la domótica, el internet de las cosas, crowdfunding, macrodatos, portales inmobiliarios, espacios de trabajo colaborativos y el open banking.
También es muy importante que los empresarios, los inversionistas y los inversores, entiendan que la relación entre compradores, inversores, inmobiliarias, brokers y constructores, cambió, ahora los clientes son atendidos por los vendedores que trabajan desde sus hogares, por medio de WhatsApp, correo electrónico, videollamada y hasta por redes sociales.
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Realidad virtual
En la industria inmobiliaria las ventas se pueden cerrar cuando el comprador visita la propiedad, pero como estamos en cuarentena, el aislamiento ha sido un inconveniente para que los vendedores puedan cerrar con éxito las transacciones.
Acerca de esta situación, Leonardo González, analista de Real Estate, entrevistado en Inmobiliare, explicó que podemos hablar de una evolución en la práctica de mostrar o visitar inmuebles, el uso de renders 360 o de simuladores de realidad virtual, permiten que el inversionista pueda tener una percepción objetiva y acceder a la compra del inmueble.
Esta herramienta funciona de la siguiente manera, desde sus casas, los usuarios pueden visitar el inmueble, incluso, no necesitan tener equipos complejos de realidad virtual, Google tiene un proyecto llamado Cardboard con el que se puede adquirir un visor muy económico para poder gozar de la experiencia.
Pero esta tecnología implica otro cambio más en las maneras de trabajar y en la expertise de los agentes, éstos tendrán que crear videos 360º de las propiedades, con cámaras especiales, para subirlos a Youtube y habilitar que se reproduzcan en el formato de Cardboard, así, los clientes potenciales podrán reproducir y recorrer cualquier inmueble las veces que quieran.
El analista manifestó que todavía falta que haya mayor adopción de esta tecnología entre usuarios y vendedores, lo que hace que la aplicación no sea de manera inmediata.
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Automatización de viviendas para mejorar el proceso de venta
Otra opción viable son las herramientas como el Internet de las Cosas o Internet of Things, la cual permite conectar objetos de uso cotidiano al internet, haciendo que se conviertan en objetos inteligentes, se pueden enlazar la aspiradora, las persianas o las luces a una app instalada en el celular y desde allí tener todo el control.
Según González, es una tecnología que tiene un potencial muy amplio para el sector inmobiliario, ya que en la actualidad existen variedad de cerraduras inteligentes, con ellas, los vendedores pueden crear códigos de acceso exclusivo para que los clientes entren al inmueble por un tiempo determinado. También podrían tener acceso remoto a un sistema de cámaras inteligentes y así poder acompañar a los clientes en los recorridos.
“Todo esto puede ser controlado a través de una conexión inalámbrica de internet instalada en la propiedad. Asimismo, el agente puede tener control vía remota y activar los objetos necesarios cuando lo requiera”.
¿Qué otras herramientas tecnológicas pueden adoptar en el mercado inmobiliario para superar la crisis sanitaria?