Una de las principales tendencias laborales hoy en día es ser un freelancer o trabajador independiente, incluso muchos logran equilibrar un trabajo tiempo completo de oficina y utilizar sus tiempos libres para tomar algunos proyectos bajo este esquema y lograr un ingreso extra, pero la gran barrera cuando te dedicas a este modelo, especialmente si es de tiempo completo, es precisamente la organización de tus finanzas.
Al ser freelancer debes dominar (o al menos conocer), áreas que no planeabas y lo que sucede es que te dedicas de lleno a desarrollar proyectos específicamente de lo que te apasiona, por ejemplo el diseño, la fotografía, la docencia, en fin, lo que sea que hayas decidido estudiar y hay algunas disciplinas que inicialmente no contemplabas, por ejemplo las ventas ¿cómo vender? ¿cómo cobrar efectivamente?, las relaciones públicas, la administración y, principalmente, el manejo de las finanzas, así que dinero que llega es dinero que quien sabe en dónde queda, porque sientes que te la vives trabajando y tu cuenta sigue vacía, ¿o no?
Cuando tus finanzas no son sanas, ser tu propio jefe ya no suena tan atractivo, por lo que hemos decido compartir contigo estas 5 claves que estamos seguros te serán de gran utilidad.
1.- Separa las finanzas de tu proyecto freelancer de las personales
Sí, suena un poco obvio pero te sorprendería la cantidad de personas que no lo tienen muy claro o bien se “autoprestan” (claro que nunca se “autopagan), y no hay una separación formal entre lo que le pertenece propiamente al negocio y a la persona.
Lo primero que tienes que hacer como freelancer es definir cuánto quieres ganar, es decir, cuál será tu salario (personal) y tener claros tus gastos fijos y variables (negocio) para lograrlo de manera exitosa. Ten siempre en mente que si le va bien al negocio, no necesariamente tienes más dinero para tus cosas personales, aprovecha ese dinero extra para inversión, ya sea en equipo, publicidad, más personal, etc. Pero no te lo gastes en ese viaje de placer que no tenías planeado pero de repente te alcanzó, los gadgets de vanidad déjalos de lado, aunque te alance, la utilidad es del negocio, no tuya.
Es vital contar con una política de reinversión en la que des prioridad a dos puntos fundamentales, el primero son invariablemente las ventas. Tu imagen es muy importante para esto, si bien es cierto que tu trabajo es lo más importante, una buena imagen te abre muchas puertas. Otro recurso importante es crear un plan atractivo de comisiones para que la gente se motive y te ayude a vender y el segundo, un plan de difusión de tu producto o servicio, ya sea en medios digitales, influencers, presencia en eventos, medios impresos, o lo que tu industria dicte.
2.- Fondo de respaldo o emergencias
Vivir al día es algo muy cotidiano siendo freelancer, algo que definitivamente es un gran error, y es que ni nadie es inmune a cualquier enfermedad o accidente y tampoco ningún negocio es inmune a las malas rachas. Así que lo ideal es que crees un fondo que corresponda al menos a 6 meses de los gastos de operación de tu negocio (ahí está incluido tu salario).
Claro que un fondo de este tipo no se logra de la noche a la mañana, pero es importante que cuentes con una estrategia para ir creándolo, fija metas para que en ciertos periodos logres determinados porcentajes de avance.
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3.- Respeta tus horarios y mide tu rentabilidad / tiempo como freelancer
El talón de Aquiles de muchos es que trabajan 24/7 y como son “más libres”, no respetan horarios de ningún tipo, o mezclan actividades personales con las del negocio y al final del día no hay un análisis de cuánto tiempo se dedicaron realmente a trabajar 100% concentrados en determinado proyecto; esto tiene como consecuencia que los proyectos tomen más tiempo del estimado o bien, que no se hayan cobrado correctamente y termines dedicando más tiempo por un pago que realmente no es el suficiente.
Para poder rendir física y mentalmente necesitas organizarte y ser un freelancer muy disciplinado, hay que equilibrar periodos de concentración con alta productividad y dedicar ciertas horas al día para actividades recreativas personales y sobre todo, ¡dormir lo suficiente! No más, no menos.
4.- Consumo Responsable
Cuando el negocio empieza a fluir, es común que nos engolosinemos con cosas que realmente no necesitamos, o bien, que podemos conseguir de una forma más asequible. Antes de comprar, haz un análisis de la frecuencia de consumo y si es realmente necesario, por ejemplo una impresora, hoy en día en muchas oficinas, especialmente en el ramo de la tecnología, son un tanto obsoletas, así que ¿realmente necesitas una?, ¿no te sale más barato ir a imprimir esas 2 hojas cada 4 meses a alguna papelería de colonia que cuente con ese servicio?
Piensa también en tu espacio de trabajo, ¿oficina propia o espacio co-working? Aterriza con cabeza fría qué es mejor, siempre pensando en lo más viable para el negocio y en un lugar agradable ya que finalmente estarás ahí todos los días, debe ser un lugar que te motive, pero tampoco algo carísimo que por tener las mejores amenidades salga de tu presupuesto.
5.- No hay clientes chicos, ni todos los clientes son buenos para un freelancer
Nunca minimices un proyecto aunque sea pequeño ¡especialmente si paga constante y puntual! Asegúrate de que el precio que estás dando sea justo considerando el tiempo que debes dedicarle, pero recuerda que todo suma y ese cliente hoy es pequeño pero mañana puede ser grande, o bien, puede referirte a un tercero de su círculo de influencia y que gracias a él llegues a hacer un excelente trato con alguien más.
Contrario a esto y muy importante, existen proyectos que en números al principio parecen ser muy buenos pero ya en la gestión pueden ser muy demandantes (de más) y generan altos niveles de estrés, saturan tu agenda con juntas innecesarias y suelen tener una mala actitud que te frena y no permite que las cosas fluyan, así que es importante evaluar costo-beneficio, también se vale decir “no”, de hecho, es algo que tienes que aprender a hacer para optimizar tu agenda y no sacrificar tu calidad.
Estas claves son elementales para el control de tu negocio como freelance, pero recuerda que existen otros elementos en la ecuación que debes considerar como:
· Tu salud, contrata un seguro o afíliate a seguridad social, asegura tu productividad manteniéndote saludable y asegúrate que tu salario y rentabilidad no se vayan en una emergencia médica.
· Capacitación constante, de acuerdo a estudios, tus skills laborales “caducan” cada dos años, así que buscar siempre mantenerte al día.
· Retiro, desde los 25 años debes tenerlo dentro de tu panorama financiero, y es que siendo totalmente freelancer muchas veces ese punto se queda de lado, pero es importante que vayas creando un plan para cubrir este punto, hoy no te urge pero entre más temprano inicies, los beneficios serán mayores, así que sin pensarlo dos veces, consulta a un especialista en este tema.
Ser freelancer no es para todos, el nivel de responsabilidad, orden y disciplina tiende a ser mucho mayor, además de que los ingresos son fluctuantes, por lo que la cultura del ahorro no es una opción sino una necesidad ya que debes asegurarte de tener liquidez en todo momento. Te sugerimos que tu control financiero esté documentado, aunque sea únicamente para ti ¡no lo dejes a memoria! Plasma es un documento todas tus metas financieras en los distintos plazos, lleva un minuciosos control de todo el dinero que entra y sale y te irás dando cuenta de forma muy clara cuáles son las tuercas que hay que apretar.