Uno de los términos que podemos escuchar en el mundo de los bienes raíces es: “fideicomiso inmobiliario”. Casi siempre lo relacionamos con las herencias y los testamentos, cuando alguna persona deja propiedades encargadas a una entidad financiera, para que sus hijos, cuando tengan una mayoría de edad, puedan hacer uso de esos dineros o inmuebles de la mejor manera. Sin embargo, existen varios tipos, los cuales ofrecen diferentes ventajas para que hagamos inversiones exitosas, por lo tanto, en esta entrada les explicaremos en qué consisten los fideicomisos inmobiliarios y cómo sacarles el mejor provecho para pasar al nivel de las inversiones que no tienen falla.
¿Qué es un fideicomiso inmobiliario?
Es un contrato en el que se deja estipulado que una persona pública, que sería el fiduciante, transmite la propiedad fiduciaria, es decir, los bienes determinados, a otro, el fiduciario, en este caso son las entidades financieras o bancarias. Éstas administrarán esos bienes durante un tiempo determinado o hasta que se cumpla una condición.
Finalmente, el Fiduciario, administra y regula los bienes para poder transferirlos a la tercera persona que sería el beneficiario.
Para comprender mejor cómo funciona el fideicomiso inmobiliario hay que entender quiénes son los miembros que participan en el contrato:
Fiduciante: Son los inversores. Aportan el capital para comprar el terreno y pagar los costos que necesita la obra.
Fiduciario: La entidad bancaria o financiera que recibe todos los fondos, los cuales, de manera temporal, se inscriben a su nombre con varias condiciones.
Beneficiario: Son quienes reciben los dominios, incluso pueden ser los mismos fiduciantes.
De acuerdo con información del Banco Inmobiliario Mexicano , la definición de fideicomiso contempla 4 aspectos muy importantes: a) Estamos hablando de un contrato, esto quiere decir que el fideicomiso es un contrato.; b) Existe un traslado de dominio, lo que significa que los bienes se transmiten legalmente al fiduciario, a la entidad bancaria, hay un cambio de dueño; c) Los bienes se destinan a fines lícitos y pactados en el fideicomiso. Nada que no esté en el contrato podrá hacerse con los bienes; d) El fiduciario es la institución que adquiere y administra los bienes en fideicomiso.
Es importante destacar que el fiduciario, es el que sacará adelante el proyecto según las pautas que se dispusieron en el contrato. Al terminarse las obras, la entidad fiduciaria también transmitirá a los beneficiarios el dominio de las unidades que a cada uno le corresponda.
En 100 Ladrillos trabajamos con esta herramienta. Elegimos propiedades que generen renta, para que cada mes, nuestros inversores reciban ingresos. Elegimos propiedades que generan la mayor plusvalía posible. Nos encargamos de analizar que todo esté en regla. Que la propiedad esté libre de gravamen, que no tenga adeudos pendientes, que esté en buen estado y que sea habitable.
Después de este análisis, la propiedad entra a un fideicomiso bancario. Por cada propiedad se crea un fideicomiso nuevo. Éste garantizará la correcta operación del inmueble y que el objetivo que hay en el contrato se cumpla a cabalidad.
El fideicomiso bancario permite garantizar los derechos a todos y cada uno de los que adquirieron Ladrillos de la propiedad.
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Entonces … ¿Cómo funciona?
En el sitio web de Rankia , dan un ejemplo muy claro de cómo funciona un fideicomiso inmobiliario, es como cuando se invierte en la construcción de un edificio de departamentos y oficinas.
En el contrato hay diferentes partes. Está el titular del terreno, ahorradores y una empresa constructora.
También está la parte administradora, que puede ser una entidad bancaria, una empresa o persona experimentada en la construcción o administración de fondos de terceros. Ésta, administrará el proyecto, la evolución de las obras, el manejo de los fondos, la caja, etc.
Finalmente están los beneficiarios, ellos recibirán de parte del fiduciario las unidades que les pertenezcan.
Opción interesante para inversionistas
Hay varias características que pueden ser muy atractivas para los inversionistas y si tu estás dentro de este grupo que quiere buscar una opción segura y rentable, debes poner atención a las ventajas que tienen los fideicomisos inmobiliarios en comparación con otro tipo de contratos:
- Da más confianza y seguridad jurídica a los inversionistas que participan en el negocio.
- Tiene menores costos de constitución y ejecución
- Aislamiento patrimonial del fideicomiso, esto quiere decir que, todo lo que hace parte del proyecto inmobiliario está separado del patrimonio personal, así si existen acreedores particulares, no podrán tocar lo que esté dentro del fideicomiso, significa que es inembargable.
- Los fideicomisos son flexibles
- El mismo patrimonio puede garantizar futuras operaciones, no hay necesidad de volver a constituir un fideicomiso.
- Los derechos fiduciarios pueden ser negociables.
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En conclusión, el fideicomiso es una herramienta muy útil para asignar bienes a propósitos diversos, es un instrumento muy flexible, con el que se pueden solucionar situaciones que serían muy complejas con un contrato tradicional.