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Bioarquitectura: vive en armonía con el planeta

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¿Sabías que es posible vivir o trabajar en espacios que mejoren nuestra salud física y mental? Suena muy bueno para ser cierto, pero precisamente de esto se encarga la bioarquitectura. Esta, brinda una respuesta a la gigantesca crisis climática global.

Busca generar construcciones de manera responsable con el medio ambiente y que sean favorables para nuestra salud y bienestar. 

Pensarás que esto se trata de una moda más de las nuevas generaciones, pero no es así. Recordemos que además de brindar protección contra las inclemencias del clima, la arquitectura es fundamental en nuestra vida. Esta proporciona construcciones en las que desarrollamos nuestras actividades personales, íntimas, sociales y laborales.  

Gracias a la arquitectura tenemos edificaciones que actúan como refugio durante la mayor parte del día; por esto es importantísimo que este espacio proporcione confort, funcionalidad y calidad a nuestra existencia. 

Por lo tanto,  y como lo expresa un artículo de la revista digital The decorative surfaces , la bioarquitectura consiste en construcciones que toman en cuenta tanto al medio ambiente como a la humanidad, se fijan minuciosamente en la evaluación del lugar donde se ubicarán  y en los materiales que se utilizarán, así como en la funcionalidad para hacer más eficiente su uso.  

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Una historia exitosa de bioarquitectura, la casa para una niña con epilepsia 

En una publicación de la revista Inmobiliare, citan a la arquitecta Myrna Susana Beltrán, quien además es ambientalista y que después de trabajar con neurólogos concluyó que los ambientes más naturales modifican las emociones. 

La experta habla incluso de un vínculo llamado neuroarquitectura, el cual se relaciona con la sostenibilidad y el medio ambiente. 

Para el ser humano no hay nada mejor que la luz natural, busqué crear ambientes donde pueda abrir ventanas y que haya flujo de aire a través de pasillos. Pensé en las ventanas, orientaciones de la sala para hacer ambientes confortables”, expresó Beltrán.

Pero ¿cómo empieza esta arquitecta a incursionar en algo tan complejo como la neuroarquitectura? 

Este viaje empezó cuando diagnosticaron a su hija con epilepsia;  Myrna se encontró con otros expertos y construyó un nuevo hogar al que llamó Casa Pueblo Dorado, todo con el objetivo de ayudar en la mejora de la calidad de vida de la pequeña. 

La arquitecta usó madera de pino de replantación; se enfocó en la orientación de luz natural y creó sistemas de aislamiento térmico para reducir el uso de energía. 

“La percepción dimensional de la casa es luminosa hace que estés dentro de la casa y sientas que estás también afuera. Parece que estás caminando descalzo en el campo y esto beneficia tus sentidos y salud”.

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Un viaje al inicio de los tiempos 

Si lo pensamos bien, la bioarquitectura se ha utilizado desde el inicio de los tiempos y nos ha ayudado desde que habitamos la tierra. 

¿Qué habrá pasado entonces para haber perdido el norte? 

En el pasado, se usaban materiales naturales como el agua, la paja, la arcilla, la madera, las piedras, las cañas, las ramas y sus follajes. Incluso se utilizaba hielo en las zonas más frías del planeta. 

Así  las viviendas se integraban al paisaje, sin afectarlo, sin necesidad de gastos de energía y contaminación en exceso. 

Nuestros ancestros sabían qué era lo que necesitábamos y que todo estaba a nuestro alrededor; una gran diferencia con las construcciones hoy en las que se derrochan energías que perjudican a nuestro medio ambiente. 

La arquitectura en armonía con la naturaleza.

La bioarquitectura hoy 

Afortunadamente hoy la edificación inteligente está creciendo. Este tipo de construcciones necesitan materiales naturales, no contaminantes y buscan usar la energía de manera sostenible y muy eficiente. 

Este tipo de proyectos se proponen ayudar a la naturaleza a que regenere todo lo que estamos devastando. 

El objetivo de este tipo de arquitectura es ayudar a la naturaleza a que regenere aquello que estamos devastando.

Otro ejemplo de bioarquitectura son los jardines verticales, los cuales le aportan un plus muy novedoso a las construcciones, ya que permiten: 

  • Que tengamos un aire más puro. 
  • Protegen del frío y del calor a la casa o edificio.
  • Se consigue una sensación de paz y confort, lo que se llama biofilia. Esto es la adaptación visual al medio, pues se elimina la dureza de materiales como el cemento. 
  • Se fomenta la conservación y preservación de especies. Se hace un mejor uso de los recursos; la perdurabilidad de estos jardines en el tiempo es muy elevada y su consumo de agua es mínimo.

Otras opciones que se pueden implementar son los muros verdes, las cubiertas vegetales, las fachadas inteligentes verdes. Así no se utilizan materiales contaminantes y podemos contribuir a parar el calentamiento global. 

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Elementos importantes

Si quieres apostarle a un proyecto basado en la bioarquitectura, debes tener presentes los elementos que sí la componen.

Actualmente hay una gran cantidad de proyectos que dicen ser ecológicos y no están hablando con la verdad: 

  1. Iluminación natural. La bioarquitectura busca crear ambientes reconfortantes. No hay nada mejor para lograrlo que las luces que brinda la naturaleza, pues no perturban la actividad cerebral y el sueño.  Recuerda que, para mantener un cuerpo sano es necesario tener contacto sano con la luz solar. 
  1. Hay que procurar que la vivienda u oficina tenga contacto con una zona verde, esto elimina el estrés de sentirse encerrado. Esto también ayuda a la concentración y a la creatividad. 
  1. Los tejados que son muy bajos aumentan la sensación de encierro. La bioarquitectura aumenta la espacialidad, algo que también facilita las actividades creativas. 
  1. Esta manera de ver a la arquitectura sabe que los colores tienen un impacto en el estado de ánimo. Los tonos que aluden a la naturaleza como los claros, el verde, azul y amarillo disminuyen el estrés. 
  1. Finalmente, las formas y diseños arquitectónicos también deben tenerse en cuenta para crear espacios más saludables. Los expertos han demostrado que los espacios cuadrados abruman y angustian a las personas, los rectangulares y alargados benefician la salud física y mental.

¿Qué otros beneficios tienen la bioarquitectura? ¿Te gustaría implementarla en tus espacios? 

¡Escríbenos!